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Los nueve Nazgûl

enero 14, 2024

Los Nazgûl son un grupo de nueve espectros que aparecen en la novela de El Señor de los Anillos escrita por J.R.R. Tolkien. También son llamados Espectros del Anillo y Ulairi.

Los Nazgûl eran nueve hombres, tres de ellos fueron grandes magos y guerreros numenoreanos. El señor oscuro Sauron les ofreció un anillo de poder a cada uno que les llevó a su perdición: sufrían cambios de aspecto, por momentos se volvían invisibles y una maldad crecía cada vez más y más dentro de ellos. Los numenoreanos, totalmente invisibles y corrompidos por Sauron, escaparon hacia el norte.

En Arnor las diferencias entre unos y otros provocaron un gran conflicto. Esto conllevó que se separara en tres territorios: Rhudaur, el más débil y pequeño de todos, Cardolan, hogar de las tumbas de los antepasados dunedain, y Arthedain, el territorio gobernado por los herederos de Isildur con una fortaleza en Fornost.

Aprovechando esto, un cuarto territorio surgió al noreste de Arnor, Angmar, lugar de los ahora numenoreanos negros, grandes hechiceros gobernados por el más poderoso de los nueve: el Rey Brujo. Estos se dieron cuenta de que en su territorio había unas ruinas de una antigua fortaleza oscura llamada Carn Dûm, pues sin pensarselo, la reconstruyeron para asegurarse su dominio sobre los dunedain. Ahora los orcos y los esclavos de los numenoreanos negros estaban bajo la Corona de Hierro, ejército del Rey Brujo.

Mientras, Arthedain reclama la Corona de Arnor y Cardolan no se opone, pero Rhudaur, dominado por Waldar, aliado en secreto de Angmar se niega y es capturado. La respuesta fue tardía pues el Rey Brujo ya había mandado su tropas y Argeleb, un rey dunedain, es asesinado en las ruinas del Rhudaur y Waldar como gobernador de Arnor, mientra sus siervos se unen al ejército de la Corona de Hierro.

Aún así nada estaba perdido, Arveleg, nuevo rey de Arthedain, sustituye a su difunto padre y junto a Cardolan y la ayuda de los elfos, logra impedir el paso del Rey Brujo y sus súbditos gracias al Palantir de Amon Sûl. La Corona de Hierro tiene que intentar una nueva estrategia, despista a los guerreros de Cardolan y los aliados elfos, y ataca directamente a Amon Sûl. Angmar logra conquistar Amon Sûl, pero el Rey Brujo no está para celebrarlo, pues el rey Arveleg escapa con el Palantir, objeto de especial deseo del numenoreano negro, pues sería un objeto muy importante para completar su poder de la magia oscura y así, conquistar Arnor. Furioso, envía a su lugar-teniente, Khamûl, a recuperar el orbe.

Pero la Corona de Hierro no puede atacar directamente a Fornost , al tener a Carlodan por las fronteras, así que el Rey Brujo conquista el sagrado territorio, dejando muerte y más muerte tras su paso. Todo estaba perdido hasta que los elfos de Rivendel y Lothlorien atacan a Angmar, pero Khamûl vuelve a tiempo con sus tropas y logra salvar la fortaleza de Carn Dûm, aunque con numerosas bajas. Mientras, en Cardolan, el rey Argeler es hechizado y se convierte en seguidos de la Corona de Hierro.

Después de esto llego la decisiva batalla en Fornost, la Corona de Hierro ataca con todo su poder al último reino dunedain que sigue en pie. Fornost es hecha cenizas y los dunedain piden ayuda a Rivendel. Glorfindel, elfo de Rivendel, con Elrond, sus tropas elfas y los dunedain atacan a Angmar con el objetivo de destruir totalmente la Corona de Hierro. Finalmente, todo ha acabado, Angmar ha caído y sus esperanzas de conquistar el oeste se han desvanecido. El Rey Brujo logra huir con un grito aterrador, entonces, Glorfindel se da cuenta que no es un numenoreano negro, ni un traidor, si no un Nazgûl, ahora espectro a las órdenes de Sauron, que huye a lomos de su caballo. Todo ha acabado, pero el final del Rey Brujo y sus 8 espectros aún no ha acabado.

Los nueve espectros salen respectivamente de sus nuevas fortalezas: Dol Guldur y Minas Morgul hacia La Comarca, con el objetivo de capturar al portador del anillo.

Estos buscan y buscan sin cesar hasta que encuentran a los 4 hobbits: Frodo, Sam, Merry y Pippin. Estos logran escapar hacia una barca y los espectros montados a lomos del sus caballos no tuvieron más remedio que dejarlos escapar momentaneamente. En la posada de Bree los espectros avanzan hasta la habitación de los Hobbits, pero estos no están, han sido rescatados por Aragorn, que los lleva a su habitación para que no los encuentren y coloca almohadas en su lugar.

Tras esto, Aragorn y los 4 parten a una colina, el primero se ausenta casi toda la noche para ir a buscar recursos y alimentos. Este error conllevó que los Nazgûl oyeran a los Hobbits y subieran a lo más alto de la colina para matarlos. El Rey Brujo logra clavarle la daga de Morgul a Frodo, pero cuando se disponía a quitarle el anillo, Aragorn aparece y lo salva. Los espectros vuelven a toparse con el portador, pero, Glorfindel (en la película Arwen), presto su caballo blanco conduce hacia Rivendel al portador del anillo. Éste consigue cruzar al otro lado del río, seguido por los nueve; todo parece perdido hasta que, gracias a los poderes de los elfos, una gran y repentina subida en las aguas arrolla a los perseguidores de Frodo.

Mucho tiempo después, un espectro a lomos de su bestia alada reaparece ante Gollum, Frodo y Sam, en la Ciénaga de los Muertos. Se trata de Khamûl, que estaba vigilando la zona de Dol Guldur, territorio cercano a esta ciénaga. Los hobbits y Gollum se ocultan en unos arbustos y pasan inadvertidos para el Nazgûl.

 

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